7.19.2018

120 BPM

Y asi como llegaste se que te vas. Siempre te fuiste, y yo nunca me quede. Son tantas las hojas que uno pisa en otoño que en realidad ya estamos en invierno y yo me olvide, no dudo que haya sido el resultado de mucho insomnio pintado con chocolates y películas y pelos de gato en todas mis bufandas y paraguas. Y ahora la primavera me acaricia las pestañas y las ganas de reir, y la sonrisa te la juro a vos y a tu pelo, y a ese puto lunar que tanto sueño me robo por aquel entonces cuando las cosas eran complicadas y las despedidas largas. Suerte fue la nuestra para volvernos a encontrar en este caos de idiomas y revoluciones al fumar y olvidar que te esperaban en algún lugar. Y la realidad es solo tan real cuando descubro que todo para vos esta bien, y que las cosas a veces no salen como uno imagina, y que todo esta bien igual y que todo evoluciona y se transforma y todo esta bien. O cuando abro los ojos y tus rulos son todo lo que puedo ver y pienso en que acostumbrame a eso seria tan simple como respirar, y de alguna u otra manera mantener en la punta de la lengua los ultimos tres veranos es tan complicado como entender que todas esas cosas son guardadas por un rato hasta encontrar su momento de ser. La forma en que siempre encajó todo se mantiene igual, pero aprendí el nombre de todas las formas de estar bien, y de estar mal también. Y vos tan lleno de música y de respuestas a preguntas que nunca me atreví a formular, pero que de alguna manera llegaron a tu garganta y están en todo lo que decís, como también lo llevo en los párpados y se cuelga de todo lo que veo. Pero igual yo no me quedo, y vos te vas, y todo esto no es más que una de esas cosas de las que podes hacer chiquitas y cada vez más chiquititas para guardarlas en el bolsillo, junto con todos los latidos y todas las risas y todas las miradas, para hurgar y revolver cuando te sentís solo y que el universo complota en contra tuyo, incluso cuando nunca deja de darte todo lo que necesitas. Y que dulce seria todo si lo que quisiéramos fuera lo que necesitáramos, como las ultimas lunas, incluso la nueva. Y hoy solo queda agradecer por habernos cruzado por ahi otra vez, y esperar que en una de esas, pase una vez más.