El tiempo se arremolina;
Despacio, siempre lento.
La arena brilla, Iluminando cada rincón del balcón
Donde quiero besarte,
atarte a mis pupilas,
Llevarte de viaje
a mis caderas:
En cada curva una respuesta
que se balancea
Entre tus uñas
y mis días.
Sacudo la arena;
sacudo los pelos;
sacudo tu cabeza;
La inercia me arrastra hasta una huerta
Donde brotan flores tras mis pies.
Con calma, cada vez más lento.
El sonido de tu voz,
rebotando,
entre pompas de jabón
me recuerda que aun respiro,
y me fio…
Del aire que exhalas,
del aire que baila
Entre las cuerdas rojas que tocás.
Con calma, pero no tan lento.
Tus muñecas susurran mi nombre,
Bien bajito, despacio.
Pero mi mirada es la granada que estalla:
No pide permiso, ni perdón;
Mi mirada que estalla,
y desempacha.
Yo te abrazo,
Y mis manos emparchan,
Despacio, con calma, siempre lento.