El ruido de las olas retumbando en los pechos;
Devoran lentamente la playa
Y a nuestro alrededor ya no queda nada.
Algo hace que encontremos la forma de encontrarnos;
No dejamos de asombrarnos.
Mis dedos se enredan en tu pelo,
Con suavidad bajan por tu cuerpo
Depositando amor en donde antes hubo guerra.
Me hablas de tus miedos,
Y tus pies se entierran en la arena.
Yo te escucho con paciencia
Mientras desarmo mis creencias
De como debería ser,
Para incorporar todo lo que es.
Algo en vos me inunda de calma
E inevitablemente me lleno de ganas:
De algún día verte repleto de canas,
De compartir una cama todas las mañanas.
Me hablas de tus miedos
Y yo solo quiero besarte lento,
Con calma y mucha alma;
Contarte que el mundo puede ser nuestro
Y que mis palabras tienen eco,
Que viajan por el tiempo
Encontrando recovecos
En cada cicatriz que hay en tu pecho.
Me hablas de tus miedos
Y el cielo se va oscureciendo,
Pero el espacio entre nuestros cuerpos
Ilumina como un templo.