A veces el exceso no se ve como una botella entera,
O desatender a tus responsabilidades.
No se ve como mugre bajo las uñas, como llegar tarde a todos lados.
A veces el exceso es silencio.
Es gradual.
Es cambiar las prioridades.
Es dormir poco y mal.
Es encontrar excusas.
A veces el exceso es tan sutil que para el momento en que se instala, no lo registras.