11.28.2011

CALIDOSCOPIO

Hoy empiezo un libro cuyo autor es tan increíble como la persona que me lo recomendó. ¿Podría ser?, ¿Podría pasar? Creo que son muchos podría para que mi cabeza comience a dar vueltas y vueltas antes de salir a un bar con mi primo. Nunca lo van a saber, nadie, porque es mi secreto. ‘Serás mi secreto mejor guardado y mi error más grande’, como diría una de mis personas favoritas en el mundo. Pondría su nombre, pero no hoy, no acá. Hoy no revelo identidades. Hoy todos somos extraños que por ¿casualidad? se conocen. Qué linda casualidad haberte conocido, si es que dicha cosa existe… Y pensar que un poco de sangre siempre hace las cosas mas interesantes. Me atrapaste en el instante en que dijiste lo que sea que dijiste ese día, esa hora, en ese lugar. Y hoy, el día en que el anonimato se mantiene vivo, me atrevo a escribir sobre vos y tus verdades. Encandilás a cualquiera con solo sonreír. Te conozco tan poco, pero siento que esto viene desde hace mucho. Las similitudes y cosas en común son infinitas, ¿Pero nuestras posibilidades?, finitas. Lugar erróneo, momento equivocado, anónimos inoportunos y mi cabeza, que tan malas jugadas me pasa, maquinando a mil por hora mientras miro dibujitos que no miraba hace por lo menos, diez años. Todo tan imposible ¡cómo me gustaría conocerte en profundidad!, extraño no tan extraño. Pero es el arte de vivir y lo que te enseña. Me atrevo a decir que sentí una conexión que creo que usted también sintió, señor ‘Ray’. Pero todo parece tan difícil y complicado que no quiero ni intentarlo. Se que tengo que hacerlo, por mi propio bienestar mental. Seria hipócrita de mi parte no intentarlo, cuando unas de las reglas de mi vida es ‘Si no te arriesgas, nunca vas a saber lo que pudiste vivir’, y creeme, con lo poco que sé, me encantaría hacerlo. Sería único, y no pretendo nada, pero una simple amistad me bastaría para por ser fiel a mi misma. ¿Qué difícil no? Ser fiel a uno mismo en este mundo tan superficial. Y no te ví bajo la luz artificial, pero se que te verías fenomenal. Quiero conocerte. ¿Nos conocemos? Estoy dispuesta a arriesgarlo todo para hacerlo… incluso si significara perder a algún que otro anónimo. Porque en la vida hay anónimos y hay anónimos, and you, mister, sos un anónimo que merece la pena. ¿No creés? Sos tan peculiar que me pica la curiosidad. Quiero una pequeña parte de eso que uno nunca termina de descifrar que es, quiero una parte de tu alma para mí. Te quiero a vos y a mi mente en sintonía… sé que serían una, porque lo fueron, por un instante.
Me río para adentro sabiendo que las posibilidades de que leas esto son pocas, y de que si lo hacés, no vas a saber que es para vos.