7.15.2025

Origami de órganos

Apareciste encausado como el Nilo mismo, pajaritos cantando tu llegada, resonando en todo el sur. Pero acá te recibe una pluma negra, incluso cuando el amarillo es lo que buscás; es que no podés soltar, estás un poco acá y un poco allá. Y yo no sé por qué lo busco, pero voy igual: saltando entre las cuestas, y los charcos, y los días. Hay magia en el aire y el sonido es tan importante como caminar. ¿Te querés meter al mar? Desde los hilos que hilvanás y las plantas que esquivás… te espero en cuclillas con un aro menos. Los dos perdimos algo, ¿será que nos aferramos? Al pasado, ó al engaño mismo que silenciosamente nos agarra a cuatro manos las entrañas. Yo te quiero a abrazos, y a raspones. Sangre coagulada en cada codo y el abrigo de la noche que no supimos ser. ¿Podremos aprender?, ¿queremos aprender? Jugar a no sentir nada ya no te permite ganar nada, porque el tiempo pasa, y ahora hay otras ganas y otras mañas, y muchas más cosas claras. Vos por allá, yo por acá; y un poco al revés también es divertido. Congeniar entre cañas, y montañas, y torres de sonido; pero te enojás cuando yo salgo corriendo y yo actúo desde el miedo. La incertidumbre que no logra ser costumbre, incluso cuando es todo lo real; pero real es esta lluvia que solo moja y acongoja. Real es verte y tener ganas. Real es que me beses cuando bailo. Real es que me busques y me perdones, y que yo te quiera salvar con todos mis dones.