La libertad tiene olor a lluvia de verano,
A cama deshecha empapada de sudor ajeno,
A hojas verdes y piel caliente.
La libertad tiene olor a sombras
A café salpicado y a despedidas cronometradas.
La libertad tiene olor a lágrimas,
A palabras mudas y gritos sofocados;
A viajes largos en rutas desiertas poco iluminadas.
A sangre coagulada y cerveza caliente.
La libertad tiene olor a nubes y algodón,
A parlantes saturados y risas esporádicas.
La libertad tiene olor a viento sur acá,
Y a viento norte allá.
La libertad tiene olor a aeropuertos y cenizas,
A bosques hechos trizas.
La libertad tiene olor a marea baja y playas nudistas,
A besos rápidos y abrazos lentos;
A aros perdidos en la arena.
La libertad tiene olor a flechas de plástico,
A dardos sin filo y globos explotados ,
A pulseras de bronce que tintinean al bailar,
A velocidad y sus variantes,
A narices empolvadas.
La libertad tiene olor a rios no tan limpios,
A botellas verdes de vidrio y piedras calientes;
A tierra marcada por guerras
Y asfalto marcado por años de movimiento.
A junglas de cristal y pueblos en el medio de la montaña.
La libertad tiene olor a mazo de cartas,
A tinta fresca y pintura vieja,
A sillas de plástico y mantas tejidas;
A bordados con hilos de bronce,
A maderas recolectadas de la calle.
La libertad tiene olor a risa de niño,
A discusiones sin sentido,
A definiciones anticuadas y emociones calladas.
La libertad tiene olor a esmalte de uñas y hueso quemado,
A perfumes robados, y a bacterias naturalea;
A mate frío y comida recanlentada.
La libertad tiene olor a perro mojado,
A pelo enredado y a shampoo seco;
A colillas guardadas en bolsillos,
A plantas de tomate con larvas de gusanos.
La libertad tiene olor a sahumerios,
A cuarzos, turmalinas, y orgones;
A paredes repletas de humedad
Y a viajes en tren de una punta a la otra;
A charlas necesariamente intensas,
A ideas que aparecen de la nada.
La libertad tiene olor a gente dependiente,
A pan recién horneado, a garbanzos hervidos.
La libertad tiene olor a ser hija del verano,
Hermana de la tierra y amante del aire;
A contemplar el fuego y soplar escombros.
La libertad tiene olor a hospitales,
A ambulancias sin sirena,
A tostados en el bar de la esquina,
A servilletas recortadas, con mensajes de amor.
La libertad tiene olor a teclas de piano,
A lamparas de sal que funcionan mal,
A sueños inconclusos y registros visuales;
A camaras de fotos rotos y a motos;
A la alquimia necesaria para soltar
Y a pegatinas de gatos.
La libertad tiene olor a caja de recuerdos,
A ropa usada y sombreros viejos.
La libertad tiene olor a sexo sin compromiso,
A amor no dicho, y a amor incondicional.
La libertad tiene olor a alma vieja,
A contratos kármicos y ritos chamánicos;
A locura desencadenada,
A bragas manchadas con sangre;
A mensajes no enviados, y a mails sin asunto.
La libertad tiene olor a todas mis versiones,
A todas mis muertes,
A todos mis renacimientos.
La libertad tiene olor a todo lo que soy,
A todo lo que no elijo ser,
A todo lo que experimento,
A todo lo que me exilia, y a todo lo que me ancla.
La libertad soy yo.
La libertad soy yo.
La libertad soy yo.